Desde la subida del euríbor, contratar una hipoteca es una odisea debido a la incertidumbre y la falta de conocimiento sobre finanzas, por lo que los clientes dudan sobre contratar una hipoteca variable, fija, o mixta.
Los bancos españoles no quieren que sus clientes se hipotequen a tipo fijo. Su estrategia pasa ahora por conceder más hipotecas variables, cuyo interés es cada vez más alto por la subida del euríbor (cerró mayo en el 0,287%, el mayor valor desde 2015). Para que los solicitantes no se decanten por los tipos fijos, las entidades los han subido drásticamente: han pasado de situarse por debajo del 1,50% de finales de 2021, al más del 2%, que es el porcentaje que aplica actualmente la mayoría de la banca.
Ante estas subidas, contratar una hipoteca fija con un precio atractivo es una tarea cada vez más complicada. Sin embargo, según el comparador financiero HelpMyCash.com, no se trata de una misión imposible, por mucho que los bancos insistan en encarecer estos productos para dar más salida a sus hipotecas variables. Sus analistas aseguran que se puede obtener un tipo fijo de menos del 2% (“que, aunque más caro sigue siendo un interés muy competitivo”, subrayan) si se ponen en práctica unos sencillos pasos.
Primer paso: contratar un bróker hipotecario
Lo primero que hay que hacer es contactar con un bróker o intermediario hipotecario. El trabajo de este profesional consiste, básicamente, en conseguir las mejores condiciones para sus clientes. Como conoce a fondo el mercado financiero, sabe a qué bancos debe pedir la hipoteca para obtener un tipo fijo más bajo que el que ofrecen la mayoría de las entidades.
El bróker, además, negociará con los bancos para intentar que mejoren sus condiciones iniciales: para que rebajen el tipo de interés o reduzca el número de productos asociados como los seguros, por ejemplo. En consecuencia, la hipoteca fija que puede conseguirse con la ayuda de un intermediario suele tener un interés de en torno al 1,50%, que es más bajo que el que las entidades ofrecen al cliente cuando solicita financiación por su cuenta (más del 2%).
Por su trabajo, los brókers suelen pedir unos honorarios de entre el 1% y el 5% sobre el importe de la hipoteca (aunque algunos no cobran nada al solicitante porque sus comisiones provienen de los bancos). Ahora bien, como explican desde HelpMyCash, el cliente solo tendrá que pagar si acepta una oferta obtenida por el intermediario y firma finalmente la hipoteca. Si se echa para atrás o se decanta por el préstamo de otra entidad con la que el bróker no haya contactado, no deberá abonar ni un solo euro. Contratar a estos profesionales suele ser un buen negocio a la larga porque, con la rebaja del interés que consiguen, el cliente acabará pagando menos por su hipoteca.
Segundo paso: pedir la hipoteca a otros bancos
Desde HelpMyCash aconsejan al cliente preguntar al bróker con qué bancos va a contactar (el bróker debe, por ley, brindar esta información). De este modo, podrá pedir financiación a las entidades con las que el intermediario no trabaje para ver si alguna le ofrece unas condiciones mejores. Lo ideal es acudir a un mínimo de tres bancos para tener varias opciones sobre la mesa.
Al pedir la hipoteca a estos bancos, es aconsejable negociar para tratar de conseguir condiciones mejores. Y es que muchas entidades están dispuestas a rebajar su interés si el solicitante disfruta de una buena situación económica o encaja en un perfil que les interesa explotar.
Openbank, por ejemplo, ofrece un interés fijo desde el 2,02% (a cambio de domiciliar los ingresos y contratar su seguro de hogar), pero está dispuesto a reducirlo hasta el 1,92% si el importe de la hipoteca es de 150.000 euros o más.
Tercer paso: comparar ofertas y hacer cálculos
Cuando el cliente haya reunido varias propuestas (las del bróker y las que haya obtenido por su cuenta), podrá comparar las condiciones de cada oferta y valorar qué banco le ofrece la hipoteca fija más barata. Para ello, es importante fijarse en el tipo de interés (cuanto más bajo sea, mejor), pero también en los productos asociados que haya que contratar para conseguirlo, como seguros, tarjetas, etc. Puede darse el caso de que una hipoteca con un interés alto y sin seguros sea más barata, a la larga, que otra con un tipo más bajo y varios seguros.
También hay que fijarse en las comisiones que el banco pueda cobrar. En general, las entidades ya no aplican una comisión de apertura al contratar la hipoteca, pero muchas sí cobran un cargo si el cliente modifica las condiciones tras la firma (novación), traslada el préstamo a otro banco (subrogación) o liquida la deuda antes de tiempo (amortización anticipada). La recomendación que hacen desde el comparador financiero es contratar una hipoteca que no las incluya o negociar con el banco todo lo que se pueda para que no las incorpore al contrato, especialmente si se tiene un buen perfil financiero.
Fuente: www.lavanguardia.com