Descubre las diferencias clave entre incapacidad y discapacidad para entender mejor tus derechos y obligaciones en el ámbito laboral y personal.
La incapacidad se refiere al ámbito laboral y está relacionada con la capacidad de una persona para desempeñar su trabajo habitual. En cambio, la discapacidad abarca un concepto más amplio, que incluye limitaciones en la vida personal, social y laboral. Aunque una persona puede tener reconocida una incapacidad y una discapacidad al mismo tiempo, no necesariamente ambas condiciones están vinculadas a la misma causa.
Incapacidad
La incapacidad afecta únicamente a trabajadores que forman parte del Régimen General o cualquier otro especial de la Seguridad Social. Su principal objetivo es definir cuándo un trabajador no puede continuar con su actividad laboral debido a una enfermedad o accidente, recibiendo asistencia sanitaria por parte de la Seguridad Social.
Existen distintos tipos de incapacidad, como la temporal, permanente total, parcial, absoluta o en grado de gran invalidez. El organismo responsable de su reconocimiento es el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), quien también gestiona las prestaciones económicas asociadas.
Discapacidad
Por otro lado, cualquier persona, no solo los trabajadores, puede solicitar el reconocimiento de una discapacidad si cumple con los requisitos establecidos por el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) o las Comunidades Autónomas. Según la Ley 13/1982, se considera discapacitada a aquella persona cuyas capacidades físicas, psíquicas o sensoriales se vean disminuidas de forma permanente, dificultando su integración social, educativa o laboral.
La discapacidad se evalúa en grados expresados en porcentaje, que responden a criterios técnicos fijados por el Real Decreto 1971/1999. Además, la certificación del grado de discapacidad puede ser emitida por el IMSERSO, el organismo autonómico o, en su caso, por sentencia judicial.
Convivencia entre incapacidad y discapacidad
Aunque estos términos suelen confundirse, la incapacidad y la discapacidad no son sinónimos. Pueden coincidir en una persona, pero son situaciones independientes. Las empresas están obligadas a contar con al menos un 2% de personas con discapacidad en su plantilla, mientras que las personas en situación de incapacidad permanecen de baja laboral, sin desempeñar su actividad.
