Una reciente declaración del Banco de España critica las prácticas abusivas en el proceso de cancelación de hipotecas, asegurando derechos más claros para los consumidores.
El Banco de España ha intervenido para clarificar el procedimiento adecuado al concluir el pago de una hipoteca, una etapa que debería marcar el fin de una obligación prolongada y a menudo complicada para muchos ciudadanos. Durante años, los clientes enfrentan pagos mensuales que pueden variar, añadiendo incertidumbre y, en ocasiones, estrés al compromiso financiero a largo plazo.
En su más reciente comunicación, la entidad supervisora ha puesto el foco en una práctica particularmente cuestionable: la exigencia por parte de algunas entidades bancarias de que los clientes presenten una nota simple registral para formalizar la finalización de su hipoteca. El Banco de España ha categorizado esta exigencia como «improcedente», destacando que las entidades financieras deberían ser las responsables de verificar que todas las cantidades adeudadas han sido saldadas, sin trasladar cargas adicionales al consumidor.
De acuerdo con las buenas prácticas promulgadas por el Banco de España, se espera que los bancos emitan un certificado de deuda cero sin costo y asistan a la firma de la escritura de cancelación de la hipoteca también sin cobrar al cliente. Este criterio busca proteger al consumidor de prácticas abusivas y asegurar un proceso transparente y justo.
Además, el organismo ha reiterado que no deberían cobrarse comisiones relacionadas con la tramitación de la escritura de cancelación de la hipoteca, hasta su inscripción en el Registro de la Propiedad. Esta posición del Banco de España subraya su compromiso con la protección de los derechos de los consumidores y su interés en supervisar y corregir las prácticas bancarias que pueden afectar negativamente la economía personal de los ciudadanos.