El euríbor a 12 meses se encuentra al borde del 4%, en respuesta a las decisiones de los bancos centrales de mantener los tipos de interés sin cambios. Descubre cómo esta tendencia podría afectar a las hipotecas y las perspectivas para el futuro.
El euríbor a 12 meses ha experimentado un descenso significativo en los últimos días, en línea con las decisiones de los bancos centrales de no modificar los tipos de interés. Esto ha llevado a los analistas a considerar que podría estar llegando a su fin el ciclo de aumentos que había elevado el costo del dinero a niveles máximos para combatir la inflación. En la actualidad, este índice hipotecario de referencia se encuentra alrededor del 4%, un nivel que podría superar en breve por primera vez en cinco meses. Hoy en día, registra una tasa diaria del 4.004%, y la media provisional de noviembre se sitúa en el 4.020%.
Este indicador comenzó a frenar su ascenso a mediados de octubre, cuando se acercaba la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo (BCE), que decidió mantener las tasas de interés sin cambios después de diez aumentos consecutivos. Al finalizar el mes, el euríbor se ubicó en el 4.165%, ligeramente por encima del 4.149% registrado en septiembre. A principios de noviembre, la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos también optó por no modificar los tipos. Del mismo modo, el Banco de Inglaterra (BoE) mantuvo su política sin cambios. Como resultado, en tan solo un mes, el euríbor ha pasado del 4.2% a casi el 4%, marcando un cambio importante desde que superó el 4% por primera vez en junio de 2024, algo que no ocurría desde noviembre de 2008, en plena crisis inmobiliaria.
Según los expertos de IG, ha surgido una creciente expectativa de que las tasas de interés podrían comenzar a disminuir en un futuro cercano. En el caso de la Fed, los futuros de fondos federales ya indican una probabilidad del 40.3% de una reducción de tasas para junio de 2024.
A pesar de que el euríbor, utilizado como referencia en la mayoría de las hipotecas a tipo variable, se encuentra en niveles altos no vistos desde 2008 debido a las subidas de tipos, que actualmente se sitúan en el 4.5%, ha estado desacelerando y alejándose del 4.5% que algunos expertos habían pronosticado. Joaquín Robles, analista de XTB, señala que la inflación en la zona euro se ha moderado y el BCE considera que las tasas están lo suficientemente altas como para llevar los precios a su objetivo de manera progresiva. Sin embargo, no se descarta la posibilidad de nuevas subidas si la inflación no disminuye rápidamente o repunta. Las presiones salariales y la evolución de los precios energéticos siguen siendo las principales preocupaciones que influirán en el euríbor. Por lo tanto, su comportamiento futuro dependerá de la evolución de la inflación.
Desde HelpMyCash explican que la moderación del euríbor se debe en gran medida al estancamiento de los intereses del BCE. El organismo había aumentado sus tasas del 0% al 4.5% entre julio de 2022 y septiembre de 2023 de manera continua. Las previsiones sugieren que no habrá más aumentos. Miquel Riera, analista del comparador, anticipa que el euríbor se mantendrá relativamente estable y oscilará entre el 4% y el 4.5% hasta finales de 2023.
Si la media de noviembre se mantiene o sigue disminuyendo, el euríbor podría experimentar su segunda reducción mensual después de la registrada en agosto. Sin embargo, es importante destacar que aún sigue siendo más alto que hace seis meses (mayo cerró en +3.862%) y hace un año (2.828% en noviembre de 2022). Para una hipoteca media de 150,000 euros a 25 años con un diferencial del 1% sobre el euríbor, esto podría implicar un aumento de 100 euros al mes o 1,200 euros al año. Aunque el impacto del euríbor es menor que a principios de año, cuando las cuotas hipotecarias aumentaban aproximadamente 300 euros al mes en promedio.
En conclusión, aunque los bancos centrales han optado por no realizar más aumentos de tasas, aquellos que estén considerando contratar o mejorar una hipoteca deben tener en cuenta que el tiempo sigue siendo un factor crucial. Dado que no se espera que el BCE reduzca las tasas en el corto plazo, es posible que los costos de financiación aumenten en el futuro cercano. La tendencia del euríbor, sin embargo, se mantendrá condicionada por la evolución de la inflación y la política de los bancos centrales.
