Cada año, enfrentamos la preocupante cifra de casi nueve millones de toneladas de desechos plásticos, y en un minuto, se vierte en nuestros océanos el equivalente a un camión lleno de basura de plástico. Esta realidad sombría resalta la necesidad de abordar la crisis del plástico que enfrentamos.
Producción excesiva y sus consecuencias
La producción anual de 430 millones de toneladas de plástico es alarmante, especialmente porque dos tercios de esta cantidad son productos de vida corta que rápidamente se convierten en desechos. Envases, bandejas alimentarias, films de embalaje y más contribuyen a esta acumulación. La contaminación plástica afecta nuestros mares, bosques, biodiversidad y, en última instancia, nuestra salud y bienestar. Los plásticos liberan gases dañinos al degradarse, contaminan las aguas subterráneas y crean trampas mortales para la vida marina.
Regulación para la mitigación de la contaminación plástica
La ONU ha dado pasos hacia la regulación internacional de la producción y uso de plásticos, considerando su ciclo de vida completo. En España, una nueva ley que entró en vigor en 2023 apunta a reducir el uso de plástico de un solo uso y promover la economía circular.
«Impuesto al plástico»: una iniciativa con objetivos claros
La nueva normativa en España impone un impuesto de 45 céntimos por kilogramo de plástico no reutilizable utilizado en la fabricación de productos. Esta medida busca promover la economía circular, fomentar el uso de envases reutilizables y reducir la producción de plásticos de corta vida útil.
Empresas que no se ajusten a esta realidad enfrentarán cargas impositivas que afectarán sus costos de producción. Algunas ya han comenzado a usar envases reutilizables de vidrio y a invertir en tecnologías de reciclaje.
MAPFRE se ha comprometido a reducir residuos plásticos en el Grupo a través de iniciativas como «MAPFRE Sin Plástico». Su enfoque en la reducción de residuos y el reciclaje demuestra un compromiso con la sostenibilidad y la protección del medio ambiente.