El truco para pedir una hipoteca al 100% con dos préstamos

Los ahorros de los que se dispone para hacer frente al pago inicial de un piso son uno de los motivos que dan lugar a preguntas sobre si solicitar o no un préstamo personal para la entrada de una hipoteca.

La compra de la primera vivienda es un gasto inicial que conlleva un desembolso importante para los potenciales compradores que, en muchas ocasiones, aspiran a su primera vivienda y que no pueden afrontar.

Para los jóvenes esto supone entrar en un bucle en el que se ven sin ahorros, lo que les obliga a alquilar y les impide por tanto hacer hucha. Desde la crisis financiera de 2008 los bancos han endurecido las condiciones de préstamo y es por ello que muchos jóvenes alquilan a la vez que piden un préstamo para hacer frente al pago de la entrada inicial de un piso. Aunque esto no siempre es recomendable.

Las hipotecas al 100% de financiación son raras avis y difíciles de conseguir. Lo actual y más frecuente, como afirma la Asociación Hipotecaria Española, es que los bancos financien el 80% del valor total del inmueble a adquirir. Por tanto, habrá que disponer de un colchón económico del 20% de ese valor.

Pero también habrá que contar con otros gastos iniciales e impuestos. Entre ellos la notaría, gestoría, gastos de tasación, inscripción en el Registro de la Propiedad, comisión de la apertura de la hipoteca o los impuestos, que ahora Hacienda cifra en el 10%. Este desembolso extra puede suponer otro 12-14% extra.

Pero si no se tienen ahorros existe una alternativa, que es pedir una hipoteca al 100%. Algo poco común pero que algunos bancos sí que ofrecen, aunque conlleva también más riesgo de impago y la necesidad de contratar algún tipo de producto, tipos de interés más altos, plazos de amortización mayores.

Tener un perfil solvente para poder disponer de mayores opciones de acceder a esa hipoteca del 100%, contratar los servicios es también una alternativa, o recurrir a la doble garantía hipotecaria. Es decir, pedir un préstamo, ya sea al mismo banco que concede la hipoteca u otro distinto, para sufragar ese 20% más los gastos de formalización. Este estará cubierto o avalado generalmente por un segundo inmueble, que suele ser el de los padres.

Debido a que se corre más riesgo de impago al absorber más financiación, requisitos como contratar otros servicios o que se tendrán que afrontar mayores intereses, no es lo más aconsejable. Además, como afirma el experto en hipotecas y préstamos, Miquel Riera esa “segunda cuota, por el mayor interés de estos productos, será casi tan alta como la de la hipoteca”, recomendando otras vías como pedir el dinero a familiares o amigos.

Aun así, si es la única alternativa, Riera recomienda pedir ese préstamo “un máximo de tres semanas antes de que manden tu solicitud al Departamento de Riesgos, pues si lo haces antes, es probable que aparezca en la CIRBE (Central de Información de Riesgos) lo que reduciría las posibilidades de concesión”. Recalca, además, que se debería pedir a otro banco distinto al de la hipoteca y que no reclamen “justificante de finalidad” y, asimismo, que “esa cantidad no supere el 35% de vuestros ingresos netos”.

 

​Fuente: www.noticiastrabajo.es

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