¿En qué casos es obligatorio el seguro de vida?

Con el fin de aprovechar ciertas situaciones, se puede utilizar el seguro de vida como método para obtener beneficio sin que exista una necesidad real de contratarlo. Por ejemplo, los seguros de vida vinculados a la hipoteca.

Cuando hablamos de seguro de vida, lo relacionamos a un producto del banco que se suele contratar al momento de solicitar un préstamo hipotecario. Por lo general, cuando una entidad bancaria otorga una financiación, se firma un acuerdo entre ambas partes en el que el cliente tiene una responsabilidad en el pago de la deuda, de no cumplir esta obligación, surgen complicaciones.

La situación de impago de una hipoteca, no solo viene por problemas económicos, sino que, desgraciadamente, también puede ser causado por el fallecimiento del titular. Para ese caso, existen soluciones como los seguros de vida para préstamos personales.

En esta entrada te explicamos con detalle en qué consiste el seguro de vida y si es un requisito indispensable para conceder un préstamo hipotecario.

¿Qué es un seguro de vida?

El seguro de vida es una póliza que se contrata para dar protección a los familiares o herederos en caso de fallecimiento o invalidez permanente o absoluta del titular. De esta manera, al contar con esta póliza se tiene la seguridad de poder mantener el nivel de vida que se tenía anteriormente. Además, los descendientes o herederos no tengan que sufrir la carga del pago de la deuda.

¿Es obligatorio un seguro de vida para un préstamo personal?

Legalmente, no es obligatorio contratar un seguro de vida para poder solicitar una hipoteca. En 2019, entró en vigor la nueva ley hipotecaria en la que los bancos no pueden obligar a contratar productos o servicios adicionales a los clientes que soliciten una hipoteca. No obstante, suelen ofrecer incentivos como la rebaja del tipo de interés de la misma, para que se decanten por la contratación de alguno de ellos con la propia entidad.

El seguro de vida no es un requisito, pero es habitual contar con uno cuando se contrata un préstamo personal, sobre todo cuando se trata de una cuantía de la deuda contraída elevada. De esta forma, se tiene una seguridad extra de cara a lo que pueda ocurrir en un futuro.

 

Fuente:www.niusdiario.es

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