La principal duda tras firmar una hipoteca es si contratar un seguro de vida. Esta duda es ahora más frecuente debido a la subida en los contratos por la bajada del euríbor.
El sector inmobiliario vive en España un buen momento. A pesar del impacto de la crisis provocada por la pandemia de la Covid-19, son muchos los españoles que no se han echado para atrás en sus planes y han decidido adquirir una casa. Algo que, según explican los expertos, se debe a dos motivos principales: el ahorro generado durante la pandemia y el hecho de que los propietarios se han dado cuenta de que su casa no satisfacía realmente sus necesidades.
Por eso, los últimos años han sido dinámicos en España en lo que se refiere a la compra venta de viviendas y la concesión de hipotecas. Al respecto, el Instituto Nacional de Estadística (INE) señala que la firma de hipotecas experimentó en 2021 su mejor año en más de una década. En concreto, ese año se cerraron 417.501 préstamos para la compra de vivienda, un 23,6% más interanual. Estas cifras suponen el mejor dato en cuanto a la concesión de hipotecas desde el año 2010.
No obstante, la evolución sobre el tipo de hipoteca solicitada y contratada ha variado en este mismo periodo. ¿Hipoteca a tipo fijo o a tipo variable? La situación económica mundial ha cambiado en la última década y, por ello, el tipo de crédito solicitado para la adquisición de una casa también se ha visto modificado. Sobre todo en los últimos años marcados por la hipoteca.
Si comparas hipotecas es posible apreciar algunos datos de vital importancia a la hora de cerrar un contrato de estas características. La diferencia entre una entidad financiera u otra puede variar. En ocasiones incluso mucho. Por ello, es conveniente analizar cuáles son las condiciones de los préstamos y ver si tienen algún tipo de producto asociado por el que el banco haga alguna rebaja en el tipo de interés. En ese caso habrá que valorar si interesa o no interesa firmar el crédito con ellos.
Fijo o variable
Los últimos dos años han experimentado un auge de la firma de hipotecas a tipo fijo en lugar del tipo variable que era más común hace una década. El motivo de este hecho reside en que el Euríbor está en estos momentos en mínimos, lo que implica que en los próximos meses o años la tendencia será al alza, lo que aumentará la cuota mensual de los hipotecados.
En este sentido, cabe señalar que los que contraten en la actualidad una hipoteca a tipo variable pueden pagar menos en el corto plazo, pero en el medio y largo plazo la previsión es que acaben pagando mucho más, ya que todas las autoridades económicos prevén un incremento de los tipos de interés para tratar de frenar la inflación.
El tipo de interés fijo, por su lado, ofrece sobre todo estabilidad en el largo plazo, ya que el hipotecado sabe desde el principio cuánto va a pagar el resto del tiempo que dure el préstamo. Es cierto que las fijas se han encarecido en los últimos años, pero la estabilidad y la certeza de que no va a haber un incremento en la cuota mensual hace que se hayan convertido en más atractivas en estos momentos de volatilidad.
Por poner datos a estos dos tipos de hipoteca según el tipo de interés, el año 2021 cerró con un 67,7% de las operaciones nuevas a tipo fijo, lo que significa que dos de cada tres hipotecas que se firman son a tipo fijo.
Productos asociados a una hipoteca
Cuando una persona acude a un banco para solicitar una hipoteca, la entidad financiera tiene el hábito de ofrecer productos vinculados a la misma a cambio de obtener una mejora en el tipo de interés final que tiene que pagar. Entre esta oferta podemos encontrar el seguro de vida y es algo que suele generar muchas dudas entre los consumidores, ya que un porcentaje desconoce si es obligatoria la contratación cuando se firma una hipoteca.
La respuesta es que no es obligatorio la firma de un seguro de vida con una hipoteca. Este es un punto que está regulado por ley. En concreto, la Ley Hipotecaria prohíbe expresamente a los bancos obligar a sus clientes a contratar conjuntamente con la hipoteca otros servicios. El cliente deberá analizar si le conviene o no le conviene firmar un seguro de vida con la entidad financiera.
En el caso de tener un seguro de vida firmado y quiera, pasado un tiempo, desprenderse de él y firmarlo con otra entidad, ya sea bancaria o de seguro, es posible desvincular seguro de vida de la hipoteca. Para ello hay que enviar una notificación de rescisión de contrato con un mes de antelación y conseguir el consentimiento del banco.
Para conseguirlo, además, la entidad financiera suele requerir que el cliente haya contratado otro seguro que sustituya al anterior, solicitando que sea el banco el beneficiario del mismo con el objetivo de no perder su garantía como entidad hipotecaria.
Fuente: www.diariodelanzarote.com