Escoger una vivienda acorde con nuestra capacidad adquisitiva

En los últimos meses, la regulación sobre el impuesto de las hipotecas ha sumido a los ciudadanos en una incertidumbre. El pasado 8 de noviembre, el Gobierno decretó que fuera la banca quien lo pagase, frente al posicionamiento del Tribunal Supremo, que tan solo dos días antes había decidido que fuera el cliente quien abonara el tributo.

En este contexto de caos jurídico, muchos se preguntarán: ¿Es el momento de lanzarse a por una hipoteca?

En palabras de Ricardo Camarena, director de operaciones de la DebtTechResuelve tu Deuda, «el escenario que dibuja la nueva regulación del impuesto lo convierte en una buena oportunidad para contratar una hipoteca». De acuerdo con los datos, todo parece indicar que los bancos asumirán un gasto que representaba entre el 0,5% y el 1,5% del monto de la hipoteca solicitado. «Aproximadamente, esto puede suponer un ahorro de 2.000 euros al contratar una hipoteca de 200.000», explica Camarena, «por lo que puede ser una buena ocasión para hacer un uso eficiente de esta cantidad, para utilizarlo en una reforma o como ahorro ante imprevistos».

No obstante, según afirma el experto de Resuelve tu Deuda, la decisión de enfrentarse a un crédito hipotecario, frente otras opciones que acarrean un menor compromiso financiero como el alquiler, ha de tomarse de manera meditada, independientemente del contexto en el que se encuentra actualmente el país. En este sentido, recomienda una serie de medidas que todo futuro propietario debe tener en cuenta antes de decidirse a dar el paso.

1. Analizar la salud financiera y escoger una vivienda acorde con nuestra capacidad adquisitiva

«Es fundamental hacer un análisis previo de nuestra salud financiera y de si realmente nos podemos permitir la casa que deseamos», afirma Ricardo Camarena. Con respecto al primer aspecto, explica: «Desde Resuelve Tu Deuda, consideramos que gozamos de buena salud cuando nuestras deudas, sin contar con la hipoteca, no suponen más de un 30% de nuestros ingresos. En el caso contrario, hablamos de sobreendeudamiento, por lo que no sería recomendable comprometerse con un nuevo crédito, como el de la hipoteca».

2. Monitorizar el gasto y establecer un plan de ahorro

En esta línea, el experto recomienda elaborar un plan de gasto mensual, de tal manera que el 70% de los ingresos se destina a gastos fijos como la vivienda, educación, saludy transporte; el 30% a gastos variables, como el pago de deudas, entretenimiento y el ahorro, que debería suponer el 10% para cada de estas actividades, respectivamente.

3. Elaborar un plan de contingencia

No obstante, además de planificar el gasto teniendo en cuenta la situación actual, un futuro propietario debe considerar que adquiere un compromiso de varios años. Por ello, desde Resuelve tu Deuda hacen hincapié en la necesidad de pensar en un plan de contingencia que contemple, por ejemplo, la posibilidad de una situación de desempleo.

Quedarse sin empleo es una condición angustiante para cualquier persona, y más ante el riesgo de caer en un impago que repercuta no sólo en el historial crediticio, sino que cause la pérdida de la propiedad. En el caso de España, en la actualidad las tasas de desempleo son estructuralmente muy elevadas, y se encuentran en en 14,5%.

De acuerdo con su experiencia en Resuelve Tu Deuda, Ricardo Camarena advierte que «buena parte de las personas que contactan con nosotros para que les ayudemos con su insolvencia lo hacen porque la repentina falta de ingresos, fruto de una situación inesperada, unida a la gran cantidad de compromisos financieros las ha llevado a un gran sobreendeudamiento».

Para adelantarse y tener un margen de reacción ante una situación como esta, los expertos recomiendan informarse acerca de los seguros de desempleo. En la actualidad, algunas promotoras de vivienda lo ofrecen y algunas pólizas dentro de los seguros de vida incluyen el pago de la hipoteca en caso de desempleo, aunque los requisitos son algo restrictivos. Por ello, además, Camarena recomienda «ahorrar lo suficiente como para poder vivir dos meses sin sueldo. Solo así podremos reaccionar ante imprevistos y sabremos que estamos preparados para solicitar una hipoteca.»