Uno de los derechos fundamentales de los niños es recibir la protección necesaria de sus padres. Según la Convención sobre los Derechos del Niño en su artículo 19, mientras un niño esté bajo la custodia de sus padres (o del representante o tutor legal), se le debe ofrecer la protección necesaria contra toda forma de perjuicio, maltrato y abuso físico o mental.
¿Cómo Proteger a los Hijos?
La protección de los hijos puede abordarse desde varias perspectivas o ámbitos: por cuestiones de seguridad física y mental, protección económica o por nuestra obligación como padres de ofrecer cuidado, protección y educación a nuestros hijos.
Es crucial mantener una buena comunicación con nuestros hijos. La base de la educación y, como consecuencia, de su protección, radica en una comunicación útil, realista y efectiva. Evitemos prejuicios, interrogatorios o comparaciones con otros niños. Es más efectivo enseñarles estrategias de protección que puedan llevar a cabo por sí mismos, haciéndolo desde la escucha activa, el refuerzo positivo, la empatía y la motivación.
Sin embargo, es importante no caer en la sobreprotección. Proteger a nuestros hijos significa impedir, a través de distintos mecanismos educacionales, que sufran algún tipo de daño. De esta manera, serán ellos mismos quienes identifiquen y sepan resolver situaciones de riesgo y todo tipo de conflictos, barreras o problemas.
Existen acciones que podemos realizar directamente para que ellos tengan herramientas de protección en todo momento. Por ejemplo, es importante que sepan el número de emergencias (112) para cualquier incidente sanitario (ambulancia) o de seguridad (policía), así como su nombre y apellidos, dirección y el teléfono de los padres o de casa.
La protección de los padres sobre asuntos como los videojuegos, teléfonos e Internet merece una mención aparte. Muchos padres no contaban con estas herramientas, lo que dificulta tratar el tema. En este sentido, recomendamos la Guía para padres sobre el uso de Internet, móviles y videojuegos que propone la Universidad Complutense de Madrid.
Seguridad Económica de los Hijos
Como madres y padres, debemos centrarnos en ofrecer la máxima protección en todo aquello que nuestros hijos no puedan controlar, aprender o hacer por sí mismos. En este aspecto, la protección económica de nuestros hijos cobra vital importancia, ya que un menor no tiene independencia ni seguridad financiera por sí mismo.
Una forma efectiva de garantizar esta protección es mediante seguros de vida y seguros de salud.
Los seguros de vida pueden ofrecer una red de seguridad económica para los hijos en caso de que los padres sufran algún incidente grave. Esto asegura que, ante cualquier eventualidad, los hijos puedan mantener una estabilidad financiera.
Por otro lado, los seguros de salud son esenciales para garantizar que nuestros hijos reciban la mejor atención médica posible sin preocuparse por los costos. Esto no solo cubre situaciones de emergencia, sino también visitas regulares al médico, tratamientos y medicamentos que puedan necesitar.
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