Las hipotecas de más de 30 años pueden ser una opción atractiva para los jóvenes que buscan comprar una vivienda con cuotas más asequibles. Conoce quiénes califican para estos préstamos de largo plazo.
El plazo de amortización promedio de una hipoteca en el mercado español es de 25 años. Sin embargo, algunas entidades financieras ofrecen plazos de hasta 30 o incluso 40 años, permitiendo a ciertos grupos de personas, en particular a los jóvenes, acceder a cuotas más bajas.
¿Quiénes pueden optar a hipotecas de más de 30 años?
Según el Banco de España (BdE), el préstamo hipotecario suele cubrir hasta el 80% del precio de una vivienda, mientras que el comprador debe aportar el 20% restante como entrada. Generalmente, solo personas jóvenes pueden optar a hipotecas con plazos tan largos, ya que los bancos establecen una edad límite para la finalización de la hipoteca, que suele ser entre 70 y 75 años.
Simone Colombelli, director de hipotecas del comparador iAhorro, explica que los jóvenes con ingresos y ahorros bajos son quienes más se benefician de estos plazos largos, ya que permiten reducir el riesgo de endeudamiento al pagar una cuota mensual más baja, lo cual aumenta las posibilidades de aprobación del préstamo por parte del banco.
¿Cómo afecta el plazo de la hipoteca a las cuotas e intereses?
El plazo de amortización influye directamente en la cuota mensual y los intereses totales. Una hipoteca a 40 años tendrá una cuota mensual más baja que una de 30 años, pero esto implica pagar más intereses en el conjunto del préstamo. El Banco de España afirma que, si bien un plazo más largo reduce la cuota, también aumenta el total de intereses pagados.
Además, un plazo prolongado implica que el prestatario se expone a posibles cambios en sus circunstancias personales y en las condiciones del préstamo, como las variaciones del tipo de interés.
Recomendaciones del Banco de España
El Banco de España recomienda que solo se destine entre el 30% y el 35% del salario neto mensual al pago de la hipoteca para evitar el sobreendeudamiento. Aunque un plazo de amortización largo no necesariamente empeora el resto de las condiciones del préstamo, es fundamental revisar todos los términos antes de comprometerse.
Las hipotecas de más de 30 años pueden ser una opción viable para quienes buscan cuotas más asequibles, especialmente para aquellos que empiezan su vida laboral y desean facilitar el acceso a la vivienda.
