Las entidades bancarias en España han empezado a ofrecer hipotecas a tasas más bajas que el euríbor para atraer a más clientes y compensar los menores márgenes de beneficio por cliente.
En un periodo marcado por la subida de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) para controlar la inflación, el mercado hipotecario español ha visto cómo el euribor, el índice referencial para la mayoría de las hipotecas a tipo variable, ha experimentado fluctuaciones significativas, alcanzando un máximo del 4,109% en septiembre de 2023 desde un -0,502% en diciembre de 2021.
Cambios Recientes en el Euribor y su Impacto
Recientemente, el euribor ha disminuido hasta el 3,703%, tras un recorte de tipos de 25 puntos básicos, y el mercado no anticipa más que un recorte adicional de similar magnitud para el resto del año. Este ajuste, aunque modesto, ha empezado a reflejarse en una reducción de los costos de las hipotecas, aunque por ahora solo de forma limitada, con una disminución de poco más de 200 euros anuales en el pago de las hipotecas.
Estrategia de la Banca para Impulsar el Mercado
Ante este panorama, las entidades bancarias han adoptado una estrategia agresiva para captar más clientes. Desde finales del año pasado, han comenzado a ofrecer hipotecas con un interés promedio del 3,60%, incluso más bajo que el actual euribor, lo cual representa el interés más competitivo desde enero de 2023. Esta medida busca no solo atraer a más clientes sino también compensar la reducción de los márgenes de beneficio por cliente debido a la bajada de tipos.
Resultados y Perspectivas Futuras
Los datos de los primeros cuatro meses del año indican un aumento del 14% en la concesión de nuevas hipotecas, una señal clara de que las ofertas agresivas están revitalizando el mercado. Esta recuperación es crucial para las entidades financieras, que necesitan aumentar el volumen de préstamos firmados para mejorar sus márgenes de beneficio.
Es previsible que los bancos mantengan estas ofertas competitivas en el futuro cercano, lo que podría llevar a un abaratamiento aún mayor de las hipotecas en España. Este entorno facilita a los compradores acceder a financiación más asequible, lo que es una buena noticia en un contexto económico aún complicado por la inflación y los ajustes de política monetaria del BCE.