Las tarjetas ‘revolving’ han sido utilizadas por las entidades financieras para llevar a cabo prácticas abusivas, aplicando un TAE superior ala media estatal entre otras cosas.
La Agencia Catalana del Consumo ha sancionado catorce entidades financieras con 977.813 euros en total por haber actuado abusivamente en la comercialización de tarjetas ‘revolving’. A raíz de una campaña de inspección hecha en el 2021, la Generalitat constata que absolutamente ninguna de las entidades analizadas «cumple de forma fidedigna» los derechos de los consumidores en las cláusulas de los contratos o en la aplicación de tipo de interés. En concreto, Consumo ha multado a seis entidades por aplicar una TAE superior a la media estatal del 20%. Una de ellas, aplicaba un 29,73%. Además de las sanciones por mala praxis en las ‘revolving’, Consumo ha multado a nueve entidades con 147.187 euros por incumplimiento de la normativa de consumo en establecimientos abiertos al público.
La Generalitat ha detallado este viernes que la inspección se focalizó en catorce entidades financieras que tienen red de atención al público en Catalunya, desde dónde comercializan tarjetas de crédito con pago a plazos: ABANCA, Banco Sabadell, BBVA, Banco Santander, Bankinter, Caixabank, Cofidis, Deutsche Bank, ING Direct, Ibercaja, Kutxabank, Oney, Unicaja Banco y Wizink.
La Agencia Catalana del Consumo ha concluido que todas actuaban de forma abusiva a la hora de comercializar estas tarjetas conocidas como ‘revolving’. Para haber ofrecido contratos con cláusulas abusivas, la propuesta de multa global en las catorce empresas es de 350.000 euros. Seis de ellas se ha detectado que aplicaban intereses que superan la media y han sido sancionadas con 627.000 euros en total.
Aparte de las sanciones estrictamente ligadas a las ‘revolving’, se han detectado nueve entidades que incumplían de la normativa de consumo aplicable en oficinas de atención al público. Por estas vulneraciones se han abierto varios expedientes de sanciones leves que suman cerca de 148.000 euros.
»No hemos encontrado absolutamente a nadie que cumpla de forma fidedigna los derechos de los consumidores de Catalunya», ha lamentado el director de la Agencia Catalana del Consumo, Francesc Sutrias, que de metafóricamente ha resumido la situación afirmando que «quién no come ajos, come cebollas». Sutrias ha recalcado que la finalidad de la campaña es «corregir conductos y concienciar a los consumidores para qué estén alerta» ante un tipo de tarjetas «que son un producto de alto riesgo que incitan a la compra compulsiva».
El secretario de Empresa y Competitividad, Albert Castellanos, ha aseverado que se ha detectado «una situación altamente preocupante», y ha advertido que hay un «problema amplio y grave que requiere de una actuación mucho más decidida». Castellanos ha adelantado que habrá nuevas inspecciones con las cuales se analizarán las prácticas de más entidades financieras, a la vez que la Generalitat desplegará campañas informativas para reforzar «el empoderamiento» de los consumidores.
Con respecto al procedimiento de las sanciones, los responsables de Consumo han precisado que las entidades financieras pueden presentar alegaciones a la Generalitat en contra las propuestas de multa. Si estas se desestimaran, las empresas podrían presentar un recurso formal y también tendrían la posibilidad de hacerlo por vía judicial. «Estamos atentos a ver qué responden cada una de ellas», ha dicho Sutrias.
Castellanos y Sutrias han recordado que la TAE (tasa anual equivalente) de las tarjetas ‘revolving’ se situaba el año pasado cerca del 20%. Según la información recogida en las inspecciones hechas en el 2021, seis entidades financieras superaban este umbral. El caso más flagrante es Unicaja Banco, que cobraba unos intereses del 29,73%. «Pero las otras cinco entidades detectadas no se quedan atrás en intereses desorbitados», ha advertido Sutrias, que ha detallado que Banco Sabadell cobraba un 25,86%; Caixabank, un 23%; Kutxabank, un 23,14%; Oney, un 20,48%; y Wizink, un 20,9%.
Por el contrario, el análisis de Consumo también ha constatado que hay entidades financieras que cobraban intereses mucho por debajo de la media, como el Deutsche Bank, que aplicaba un 12,5%. «Al final, es una cuestión de comportamiento, de conducta comercial y de entender cómo afrontas la relación con los consumidores», ha apuntado Sutrias, que ha instado a los responsables políticos estatales a regular la aplicación de los tipos de interés.
Con respecto a la normativa sobre establecimientos con atención al público, las inspecciones han constatado varios casos de falta de hojas oficiales de queja y/o reclamación, incumplimientos en la garantía de derechos lingüísticos, falta de información de las comisiones que se cobran para determinadas operaciones, falta de un teléfono de atención al cliente gratuito y una falta de información sobre los medios de reclamación extrajudiciales.
Desde la Agencia Catalana de Consumo han precisado que la campaña de inspecciones no les ha permitido saber cuántos clientes hay afectados por estas prácticas abusivas a la hora de contratar una ‘revòlving’. Sí que han apuntado que, desde el 2020, el ente recibe un centenar de consultas y reclamaciones relacionadas con estas tarjetas de crédito de compras empleadas. El conjunto de consultas y reclamaciones anuales sobre productos financieros supera el millar.
Castellanos y Sutrias han recalcado a la ciudadanía la importancia de practicar un «consumo reflexivo y bien informado», a la vez que han insistido en que las entidades financieras están obligadas «a facilitar toda la información pre contractual que exige la ley». «La información tiene que ser clara, objetiva y no engañosa», han subrayado.
Fuente: www.diarimes.com