La competencia entre bancos y aseguradoras sigue en pie, a pesar de las prácticas abusivas de las entidades financieras y los altos precios que establecen frente al resto de compañías que se dedican a este sector.
El mercado de seguros de vida adolece de transparencia. Buena parte de este negocio está controlado por los bancos, que vinculan este producto a hipotecas baratas. Pero las pólizas muchas veces vienen infladas. De acuerdo con un estudio realizado por Inese Data y la consultora independiente Global Actuarial, el coste de firmar el seguro con una entidad financiera es casi el doble que si se contrata directamente con la aseguradora. Pero en los casos más extremos las pólizas llegan a ser cuatro veces más caras.
Este análisis se ha realizado mediante la técnica del “cliente misterioso”, que se acerca a una sucursal bancaria o a una agencia de seguros para pedir precio. Entre los bancos a los que se pidió precio están todos los grandes (Santander, CaixaBank, BBVA, Ibercaja y Bankinter), además de a 19 aseguradoras (AXA, Allianz, Caser, Mapfre…). El trabajo de campo se realizó en junio de 2022.
Según los datos del estudio, la prima media del seguro de vida temporal anual renovable, con las coberturas de fallecimiento e invalidez permanente, para capitales de 30.000 euros, y perfiles de 35, 40, 45 y 50 años, se ha situado en 2022 en una media de 115,91 euros. Lo sorprendente es la gran difencia que hay entre el precio ofertado por bancos (191 euros) y el de las aseguradoras, de 100 euros.
Para esos mismos perfiles y coberturas, aunque con capitales de 120.000 euros, la media sectorial ofrecida crece hasta los 419,5 euros, con diferencias también ostensibles entre bancos (691 euros) y aseguradoras (362 euros).
Aunque las pólizas pueden diferir mínimamente en las coberturas ofrecidas, lo cierto es que el seguro de vida es un producto muy estandarizado, lo que casa mal con las fuertes diferencias de precios.
Un veterano directivo del sector asegurador explica que “los bancos utilizan muy a menudo los seguros de vida para compensar los descuentos que incluyen en la comercialización de hipotecas si el cliente tiene cierta vinculación”.
Las asociaciones de corredores de seguros han denunciado en muchas ocasiones que los bancos no son transparentes con sus clientes al no informarles adecuadamente de que no tienen la obligación legal de contratar con ellos el seguro de vida cuando contratan una hipoteca.
De las 24 firmas analizadas, las dos más caras para contratar un seguro de vida con un capital asegurado de 30.000 euros son Ibercaja (217 euros) y Santander (193 euros), que contrasta con los 55 euros que se pagarían con Asisa. Para 120.000 euros, la opción más prohibitiva es también Ibercaja (821 euros), mientras que con Asisa serían solamente 221 euros. Es decir, que con los bancos llega a cuadriplicarse el precio de la opción más barata.
Estos cálculos son una media para diferentes edades.
Fuentes financieras consultadas aseguran que la comparativa no está bien ajustada, puesto que los clientes de banca reciben otro tipo de compensaciones a cambio de pagar una póliza de vida más cara, lo que no obtendrían si lo contratan con una aseguradora directamente.
Fuente: cincodias.elpais.com