El crecimiento actual de las hipotecas del 25% es debido a clientes que venden su casa para comprar otra mayor.
Estamos en cifras históricas y probablemente este año sea el mejor del decenio. Las hipotecas suben porque hay mucho ahorro y pocas alternativas de inversión, los tipos de interés invitan al endeudamiento y todavía hay demanda de pisos embalsada por culpa de la pandemia. Sin embargo cuesta que este crecimiento se mantenga porque el mercado está muy direccionado a vender para comprar una vivienda más grande.
Hay muchos jóvenes sin trabajo y los sueldos, en general, son muy precarios.
A cierre de 2020 la tasa de emancipación juvenil se situó en el 15,8%, tres puntos por debajo del nivel registrado en 2019 y la cifra más baja en los últimos 21 años. España es, de hecho, uno de los países europeos donde los jóvenes se independizan más tarde.
A finales de 2020 apenas el 36,4% de las personas jóvenes estaba trabajando, en una coyuntura de fuerte incidencia de la temporalidad contractual que lastraba la estabilidad económica necesaria para hacer frente a los pagos derivados de la vivienda». Así, el elevado paro juvenil sumado a la temporalidad de los contratos y a las jornadas parciales están detrás de la situación actual.
En líneas generales, los jóvenes de hasta 29 años deben destinar más del 30% de su sueldo al pago de la vivienda en propiedad toda España, por encima de lo que recomiendan los expertos. El mayor esfuerzo se produce en Baleares, donde la hipoteca supone más del 90% de su salario. Por encima del 60% también están Madrid, el País Vasco, Canarias y Cataluña, junto con las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla.