Qué riesgos tiene contratar una hipoteca variable

A pesar de lo atractivas que puedan resultar las condiciones de una hipoteca variable, lo cierto es que conlleva una serie de riesgo que se agravan con la actual situación del euribor y sus subidas.

El Euribor a 12 meses, usado para calcular el interés de las hipotecas variables, ha protagonizado una espectacular escalada este año. Tras cotizar en enero muy cerca de su mínimo histórico (-0,477%), subió hasta valores positivos en abril (0,013%) y cerró septiembre por encima del 2% (2,233%), algo que no ocurría desde el 2009. En octubre ha trepado al 2,6%.

Ante esta subida, no es extraño que la mayoría de los españoles prefiera no contratar hipotecas variables, pues la subida del Euribor encarece estos productos. Según el INE, el porcentaje de hipotecados que ha optado por esta modalidad en lo que va de año ha sido de menos del 30%. Más del 70% ha apostado por la seguridad de las hipotecas fijas, pese a que los bancos ofrecen unos intereses cada vez más altos.

La banca, sin embargo, prefiere que sus clientes se hipotequen a tipo variable, puesto que así ganarán más dinero por la subida del Euribor. Y para lograrlo, numerosas entidades han optado por abaratar sus diferenciales (la parte que se suma al índice para calcular el interés) para atraer a los solicitantes hacia esta modalidad. Han sido especialmente agresivas después de las vacaciones de verano, cuando el Euribor superó el 1% y el 2%: al menos cinco bancos optaron por esta estrategia en septiembre y octubre.

Las condiciones

Intereses desde Euribor más 0,60%

Estas entidades que han rebajado sus diferenciales en los últimos meses son, por orden cronológico, BBVA (del 0,79% al 0,60%), ING (del 0,79% al 0,69%), Targobank (del 0,79% al 0,69%), Caja de Ingenieros (del 0,89% al 0,85%) y Banco Mediolanum (del 0,99% al 0,79%). Después del verano, además, Cajamar lanzó una nueva hipoteca variable con un tipo de interés desde Euribor más 0,70%.

Las rebajas se produjeron entre mediados de septiembre y principios de octubre. Es decir, justo después de que el BCE subiera sus tipos del 0,5% al 1,25% (a finales de octubre los ha aumentado de nuevo hasta el 2%). Esta medida, entre otras consecuencias, provocará que el Euribor continúe su escalada hasta alcanzar el 3% antes de que acabe el año, a juicio de los analistas de este comparador.

Tasa

No compensa la subida del Euribor

El objetivo que persigue la banca con esta política es claro: seducir a sus clientes con diferenciales bajos para que contraten hipotecas variables. Con un Euribor al alza, estos productos son más rentables para las entidades, pues su interés subirá periódicamente en paralelo a este índice y sus cuotas serán, en consecuencia, cada vez más caras.

Rebajar sus diferenciales, además, no supone una pérdida para los bancos. El interés medio de las hipotecas variables que se ofrecían en agosto era de Euribor más 0,85%. Calculado con el valor que este índice tenía en julio (0,992%), ese tipo era del 1,842%. Ahora, en cambio, se sitúa en el Euribor más 0,80%, que se traduce en un interés del 3,023% si se usa como referencia el registro de septiembre (2,233%). Es decir, que hipotecarse hoy a tipo variable sale, en realidad, más caro que hace unos pocos meses.

Supuestos

¿Conviene contratar una hipoteca variable?

¿Significa eso que no hay que firmar hipotecas variables? No necesariamente. En estos momentos, el Euribor cotiza al alza, pero es imposible saber cuál será la evolución de este índice en los 20 o 30 años que puede durar el plazo de un préstamo hipotecario. Cabe la posibilidad, por ejemplo, de que vuelva a bajar dentro de unos años y se mantenga en valores relativamente reducidos, lo que sería beneficioso para los hipotecados a tipo variable.

Es decir, que estos productos pueden ser adecuados para los clientes que quieren asumir riesgos porque creen que el Euribor bajará dentro de poco tiempo. Eso sí, hay que tener muy claro que tener un interés variable puede ser peligroso, pues las cuotas de la hipoteca subirán si este índice cotiza al alza. Por ello, lo más recomendable es contratar un préstamo a tipo variable si se cuenta con la capacidad económica suficiente para afrontar las mensualidades con un Euribor al 3%, al 4% o hasta al 5% (su máximo histórico).

Para los clientes que valoren más la estabilidad, en cambio, una hipoteca fija puede ser más conveniente, siempre que su interés se sitúe en torno al 3% o por debajo (más alto es poco competitivo).

En caso de no encontrar una buena oferta de esta clase, también se puede optar por un tipo mixto. Así, al menos, se podrá disfrutar de un interés fijo durante los primeros cinco, diez o 15 años (generalmente más bajo que el de una hipoteca fija), aunque el tipo pasará a ser variable una vez transcurrido ese período.

Fuente: www.lavanguardia.com

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