Los seguros de vida son muy variados y existen muchos tipos dependiendo de cuál sea el interés del asegurado, entre ellos encontramos seguros de vida, seguros de supervivencia, mixtos, etc.
Cada vez son más las personas que se decantan por la contratación de una póliza o seguro de vida. De acuerdo a las últimas estimaciones, uno de cada dos españoles ya posee algún seguro de esta naturaleza. En realidad no es extraño si tenemos en cuenta que esta clase de pólizas constituyen el método más eficaz de acceder a un contexto de seguridad y protección a nivel familiar y frente a cualquier tipo de incidente o problema.
Para calcular seguro de vida y definir la opción que mejor se adapte a nuestras particularidades y circunstancias es importante tener en cuenta cuántas tipologías existen. A continuación, te hablamos de ellas. ¡Toma nota!
Seguros de fallecimiento
Es la variable más común y el tipo de póliza que suele contratarse con mayor frecuencia. También recibe el nombre de seguro de riesgo y es aquel en el que si el usuario asegurado pierde la vida se procede al pago de un capital previamente definido contractualmente a los beneficiarios establecidos. Los seguros de fallecimiento son una vía altamente eficaz para garantizar la protección económica y el bienestar de los familiares más allegados que, en este tipo de circunstancias, suelen ser los que tienden a verse especialmente afectados ante este tipo de accidentes e imprevistos.
Es importante tener en cuenta que si el usuario asegurado sobrevive al momento del vencimiento del contrato, no se produce ningún tipo de contraprestación a los beneficiarios. Por otro lado, dentro de este tipo de pólizas podemos identificar dos subcategorías fundamentales:
- Seguros temporales: Su periodo de vigencia suele ser de, como máximo, un año. Una vez que finaliza dicha franja temporal, el usuario puede recurrir a su renovación si lo desea. El capital asociado a los seguros temporales puede experimentar variaciones en función del tipo de cláusulas establecidas pudiendo ser de tipo continuo, creciente o decreciente.
- Seguros de vida entera: Este tipo de pólizas proporcionan cobertura de por vida al asegurado, es decir, hasta el preciso momento en que fallece. En este tipo de modelos contractuales el capital es de tipo constante y queda definido de forma estable mientras la póliza continúa vigente. Dentro del segmento de los seguros de riesgo o fallecimiento, los seguros de vida entera tienden a ser los más extendidos.
Seguros de supervivencia
Su principal rasgo distintivo reside en que garantizan a los beneficiarios definidos por contrato el pago del capital establecido aún a pesar de que el asegurado en cuestión sobreviva al vencimiento del contrato.
A menudo reciben el sobrenombre de seguros de ahorro y tienden a ser una alternativa bastante efectiva a modo de complemento a la prestación por jubilación. Por otro lado, los seguros de supervivencia también suelen ser destinados a cubrir algún tipo de imprevisto que pueda surgir y que, por cualquier circunstancia, requiera de una cuantía de dinero relativamente elevada. En este sentido, también tienden a recibir el nombre de seguros de ahorro.
Seguros mixtos
Se trata de fórmulas en las que se fusionan rasgos de las dos tipologías mencionadas en epígrafes anteriores. A partir de los seguros mixtos el usuario puede garantizar la recepción de una prestación a sus familiares al tiempo que puede disfrutar de un complemento para su jubilación.
Es una de las opciones más completas si de lo que se trata es de proporcionar un marco de seguridad y estabilidad financiera al núcleo familiar. Sus coberturas tienen un alcance integral, es decir, tanto si se produce una muerte de forma inesperada como si se sobrepasa la edad de jubilación.
Fuente: www.inese.es